El Grupo de Trabajo Internacional para la Protección a los Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial (GTI-PIACI) participó en la Primera Cumbre Internacional por el Yasuní
El Yasuní, un bastión de biodiversidad en el corazón de la Amazonía ecuatoriana, se ha convertido en el epicentro de una lucha crucial por los derechos de los Pueblos Indígenas y el medio ambiente. El decreto del cierre del Bloque 43 ITT, como resultado de la Consulta Popular de agosto de 2023, marcó un hito en la política ambiental de Ecuador y resalta el papel protagónico del Pueblo Waorani en la búsqueda de un futuro post-extractivista.
El 30 de agosto de 2024, una delegación del Pueblo Waorani, en alianza con diversas organizaciones de la sociedad civil, entregó el Plan de Acción por el Yasuní en la Corte Constitucional. Este plan detalla un enfoque técnico y jurídico para desmantelar la infraestructura petrolera en el Bloque 43 ITT, garantizar los derechos de los Pueblos Indígenas en Aislamiento y en Contacto Inicial y el Yasuní.
Un Desafío para la Política Nacional y Global
El cierre del Bloque 43 ITT no solo representa una victoria simbólica para la protección ambiental, sino que también plantea un desafío sin precedentes para el gobierno ecuatoriano. Este momento crucial exige que la ejecución del cierre, la restauración ecológica y la reparación social se lleven a cabo de manera transparente y efectiva. Para el Pueblo Waorani y sus aliados, esta lucha no es meramente ambiental; es una cuestión de derechos y justicia para los pueblos que históricamente han protegido esta región megadiversa.
En palabras de Juan Bay, presidente de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE), "Primero exigimos al gobierno que respete la Consulta Popular, y segundo, que incluya a la NAWE en el Comité de Ejecución de la Voluntad Popular del Yasuní con voz y voto". Esta demanda resalta la necesidad de una participación activa de los Pueblos Indígenas en todas las decisiones que afectan sus territorios, en cumplimiento con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Juan Bay, presidente de la Nacionalidad Waorani inaugura la Cumbre por el Yasuní en el Puyo.
GIT PIACI con la NAWE
El Grupo de Trabajo Internacional para la Protección de Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (GTI-PIACI) acompañó a la Nacionalidad Waorani (NAWE), durante la Cumbre Internacional por el Yasuní, con una comisión que estuvo integrada por: José Homero Mutumbajoy y Patricia Suarez, representantes de la OPIAC de Colombia; Karla Sebastián Vargas y Pablo Inoma Flores en representación de la FENAMAD de Perú y Bainá Tape Amondawa, representante de APIA de Brasil.
Esta comisión participó en la mesa de trabajo para generar políticas que garanticen la protección de los últimos Pueblos Aislados de Ecuador, los Tagaeri y Taromenane.
Además, Juan Bay, presidente de la NAWE presentó una petición formal para unirse al GTI PIACI.
Principales Demandas y Resultados de la Cumbre Internacional
Durante la reciente Cumbre Internacional por el Yasuní, se abordaron varias demandas clave:
Cumplimiento de la Consulta Popular: Asegurar el cierre definitivo de las operaciones petroleras en el Bloque 43 del Yasuní.
Proceso Integral de Reparación: Incluir a la NAWE en el proceso de reparación de su territorio y las afectaciones sociales y culturales.
Garantía de Derechos Colectivos: Proteger los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, como los Tagaeri y Taromenane.
Movilización Internacional: Convocar a la comunidad internacional a apoyar y monitorear el cumplimiento de la voluntad popular.
Entre los resultados más destacados de la cumbre se encuentran:
La creación del Plan de Acción por el Yasuní, con medidas para asegurar la protección ambiental, social y cultural en un futuro post-extractivista.
El establecimiento de un mecanismo financiero propio para la Nacionalidad Waorani, promoviendo su autonomía y sostenibilidad.
La adhesión al Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, una iniciativa internacional para un abandono justo de la extracción de petróleo, gas y carbón.
La integración al Grupo de Trabajo Internacional para la Protección de Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial, con el objetivo de garantizar los derechos de los pueblos que habitan en el Yasuní.
Un Foco Internacional: La Prueba del Yasuní en las COPs
El proceso de cierre del Bloque 43 llega en un momento crítico para las agendas internacionales sobre clima y biodiversidad. En la COP16 en Colombia y la próxima COP30 en Brasil, los países han reafirmado su compromiso con la conservación de áreas críticas como el Yasuní, que es crucial para la mitigación del cambio climático debido a su enorme capacidad de almacenamiento de carbono.
El Yasuní alberga una extraordinaria diversidad de especies y contiene más de 400 toneladas de carbono por hectárea en sus bosques. La preservación de este ecosistema no solo protege su biodiversidad única, sino que también juega un papel esencial en el cumplimiento de los compromisos climáticos globales.
Protección de los Pueblos Indígenas en Aislamiento
El Parque Nacional Yasuní no solo es un tesoro ecológico, sino también el hogar de los Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (PIACI), como los Tagaeri y Taromenane. Estos pueblos han optado por vivir en aislamiento, y su supervivencia está intrínsecamente ligada a la integridad de su territorio. La protección del Yasuní es, por tanto, una cuestión de respeto a su derecho a la autodeterminación y a su existencia.
Las voces de los PIACI añaden una dimensión ética y humanitaria a la protección de esta región. La comunidad internacional debe garantizar que sus derechos sean respetados y que sus territorios permanezcan intactos.
Conclusión: Un Compromiso Global con el Yasuní
El Yasuní ha emergido como un símbolo global de la lucha por un futuro más justo y sostenible. La Nacionalidad Waorani, junto con sus aliados, está liderando una acción decisiva para asegurar que el Yasuní no sea solo un punto en el mapa, sino un compromiso real con el planeta y la humanidad. La unidad de organizaciones indígenas, internacionales, académicas y activistas es esencial para asegurar que este proceso sea exitoso y para demostrar que los compromisos climáticos y de biodiversidad pueden y deben traducirse en acciones concretas.
El futuro del Yasuní y de sus habitantes está en nuestras manos. Es momento de actuar con determinación para proteger este invaluable ecosistema y respetar los derechos de los Pueblos Indígenas que lo habitan.
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